Amor gitano

Seguro que has oído hablar de las famosas bodas gitanas. Todos sabemos que son grandes fiestas en las que los gitanos celebran, con todo lujo de detalles, la unión de dos personas que se quieren. Pero hoy vas a saber un poco más sobre esta emblemática alianza y los pasos que hay que seguir para llegar hasta tal unión.




Para empezar, debemos entender que su forma de ver la vida no es tan parecida a la nuestra. Ellos gustan de casarse jóvenes y disfrutar así de la vida en matrimonio lo antes posible. La edad media para casarse es de 17 años y la primera toma de contacto entre ellos surge en el 'roneo', la forma de ligar de los gitanos.

El día de 'roneo' es el domingo. Es el momento en el que los jóvenes se lucen, presumen, comparten miradas, sonrisas y algunos hasta intercambian teléfonos. Pero no se hablan. No hay contacto físico entre los pretendientes ni largas conversaciones, pues la norma gitana del cortejo dice que los muchachos no deben estar en contacto hasta que no se da el llegamiento.

El llegamiento es otro paso más en el camino hacia la boda gitana. En esta etapa, las familias son conscientes del acercamiento de los muchachos que, probablemente, se gustaron en el roneo y estén en contacto a través del móvil. Es en este momento cuando los padres dan el visto bueno a la relación y se empieza la andadura hasta el pedimiento. Aunque no todos los llegamientos terminan en boda, pues hay parejas que deciden no esperar al matrimonio y escapar juntos de su familia.

Aunque lo normal y más común es que, después del llegamiento, se de el pedimiento. La pedida es lo que hay que hacer antes de casarse. Se lleva a cabo unos meses antes de la boda y consiste en una gran fiesta en la que se hace publica la relación. De este modo, los novios ya pueden ir tranquilamente por la calle cogidos de la mano sin miedo a que la gente haga malos comentarios o se les juzgue mal. Es el paso que se da para formalizar la relación. Después de una pedida, se sabe que esa pareja llegará al matrimonio y toda la comunidad gitana conoce el compromiso.

Tras todo este recorrido, llega el esperado día. El día de la boda. En esta celebración hay una figura importante sin la cual no puede haber unión. Es la conocida "ajuntaora", que se encarga de comprobar que la novia llega virgen al matrimonio mediante la prueba del pañuelo.

Si la prueba del pañuelo sale bien, es decir, si el pañuelo sale manchado con rosas de sangre, quiere decir que la novia es virgen y se puede casar. Si por el contrario, la prueba sale mal, la chica no es virgen y no se podrá ser desposada pues ha deshonrado a su familia y a la del novio. La prueba no la debe realizar cualquiera, para eso está la "ajuntaora" que sabe bien el procedimiento y como ha de hacerlo para que la chica no sufra de ningún problema. La madre y la suegra deben estar presentes, así como algunas familiares si ellas lo desean. En ningún caso estará un hombre en la misma habitación, todos esperan fuera.

Una vez la prueba demuestre que la chica ha sabido mantener a salvo su pureza, comienza la ceremonia religiosa. Los novios son levantados en hombros, les echan peladillas, cantan, bailan y algunos invitados hasta se rompen la camisa como demostración de alegría y euforia por la felicidad del momento. Se escuchan cantos, jaleo, palmas y alboroto. Pues el matrimonio es un acto de gozo muy importante en la comunidad gitana que debe ser celebrado por todo lo alto.




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